Mi compañera del ánima mi amor

Semeja de chiste, ¿verdad?? ¡Puesto que no! Es una pareja de Salvadores rescatándose mutuamente. Al final puede ocurrir que posterguen la resolución a un tercero, casi siempre a un familiar de confianza (y si algo sale mal, aquel pagará los platos rotos, claro está).