Con los juegos de sangre, tal y como vimos en el artículo dedicado a ellos, hay que tener mucho cuidado
Dime qué deseas, puedo ser tu ángel, esperarte con candelas y cava para hacerte un masaje cuerpo a cuerpo con el que te sentirás en el séptimo cielo, o puedo ser tu tigresa, seducirte y darte tanto placer que vas a perder el norte.