Ten cuidado con la culpabilidad, es una trampa que te pones para no ser mismo
Haz magia no sólo a tu público, sino también a ti mismo y sorpréndete cuando tus juegos salgan bien. Sé en todo momento el primero que se maravilla frente a los milagros que estás obrando. Esa es la actitud que transforma un truco en un enorme juego de magia.