El mejor amigo de la mujer
Y en realidad es eso, sanarme de ti, dejar de beberte, de fumarte, de pensarte, debo dejar de llorarte como si mi vida se me hubiera acabado, debo dejar de creer que sin ti mi mundo está vacío, y aprender a llenarlo con mi presencia tan grata, tan llena de mí, tan fabulosa, tan esplendorosa.